sábado, 23 de enero de 2010

deja vu

Recorriendo su trayecto, el peregrino se lamenta de no haber extendido su mano a la necesidad del niño, mas el como peregrino no tiene una obligacion, solo un camino.

El niño ve al peregrino y se pregunta si fue correcto estirar su mano para mendigar esperanza, y se da cuenta que como niño era su deber intentarlo, aunque fuera al peregrino


Ahora el niño ve al peregrino, que no se detiene ni por las inclemencias de una lluvia torrencial, o un sol de verano, pero sabe que al atardecer, la mano del peregrino estara esperando recibir la suya, para juntos recibir un nuevo amanecer

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