Las lagrimas del cielo se estrellan sobre la tierra. No hay tristeza, no hay melancolia... nubes llenas de alegria para el corazon que sabe admirar los detalles sempiternos del espiritu de Gaia. Rebozante de esperanza e ilusion con el rompimiento de diamantes desiguales, al compas del torbellino que he definido como existencia.
Campanas de medio dia resuenan con cada ruptura, dulce melodia que entrega vida y destruccion. Renace el fenix de su ceniza, mitologicamente bello e inalcanzable, como los cristales naturales del reflejo de mi alma. Como no quererte? Como no extrañarte? Bendita mi mirada que te contempla con amor, adoracion y perplejidad. Veinticuatro lunas cada ciclo esperando para ser arrullado por tu encanto.
Recorriendo las entrañas de la tierra, como la sangre nutre a mi cuerpo, acaricio tu escencia con pensamientos puros e inocentes, lavando la oscuridad que recubre la armadura del pecador mortal. Castigos infernales te propina el animal de muchos nombres, inmerso en la falacia de su supremacia absoluta, olvidando que hasta el ser mas pequeño, vive y crece con la cristalina escencia de tu eterna magnanimidad.
Recorriendo las entrañas de la tierra, como la sangre nutre a mi cuerpo, acaricio tu escencia con pensamientos puros e inocentes, lavando la oscuridad que recubre la armadura del pecador mortal. Castigos infernales te propina el animal de muchos nombres, inmerso en la falacia de su supremacia absoluta, olvidando que hasta el ser mas pequeño, vive y crece con la cristalina escencia de tu eterna magnanimidad.
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